FUENTE: idealista.com
¿Buscas un ambiente que transmita tranquilidad o que resulte más llamativo y estimulante? Antes de decidirte por un color, pregúntate que quieres conseguir.
El color es, seguramente, el elemento que más transforma la percepción que tenemos del espacio. Además, aporta singularidad y alegría: ideas que, actualmente, definen la decoración del hogar. En todo caso, es difícil de elegir, sobre todo para los revestimientos, si no tenemos claras algunas cosas. Para empezar, el consejo más acertado es que confíes en tu instinto y elijas los colores que más te gustan. Eso sí, a la hora de hacerlo mira a tu alrededor. ¿Tienes jardín? En ese caso, la gama de los verdes puede ser una buena elección para diluir visualmente la frontera dentro-fuera y ampliar visualmente el espacio. Tampoco es mala idea fijarse en qué es tendencia. Ahora, como sabes, la gama del marrón y el burdeos está de moda. En baños, grises y verdes son la mejor recomendación para conseguir el toque spa que es tendencia.
En qué hay que fijarse al elegir el mejor color para una habitación
En esa idea de mirar a tu alrededor para elegir el color, fíjate en las características arquitectónicas de tu casa. Molduras, techos, zócalos, la carpintería de las ventanas, una pared muy larga…: escoge algún color para resaltarlos visualmente y aportar una nota de acento. Si te decides por esta idea, eligiendo tonos neutros para las paredes disfrutarás de un ambiente original, pero equilibrado.
Te decíamos antes que confíes en tu instinto. Elije los colores en función de lo que te apetece y lo que te inspira cada espacio. En todo caso, para acertar con el color perfecto en una zona de día abierta, en general no es mala idea arriesgar un poco más e introducir colores más vibrantes, como se ha hecho en el salón de la foto. En el dormitorio, sin embargo, tonos más neutros –beis, blanco roto o grises suaves– o que inviten al descanso –verdes suaves– aportarán sensación de bienestar y tranquilidad.
Combinar o contrastar: cómo elegir el color perfecto para cada espacio
Fundamentalmente, al elegir el color de cualquier espacio se puede optar por una paleta monocromática, por jugar con colores relacionados o por buscar el contraste. Elige esta última si te gustan los interiores algo más llamativos decorativamente hablando. Si apuestas por dos tonos contrastados vas a conseguir que cada uno de ellos gane intensidad. En este caso, no es mala idea usar un tercer color de acento para destacar algún detalle del espacio. La opción de jugar con colores similares es la más fácil. Elije un color protagonista y combínalo con uno más suave de esa gama, o una similar, que no le robe protagonismo. ¿Dónde puedes aplicar este último? En elementos grandes, como un sofá, una librería o en el techo: una idea que es tendencia en decoración en 2025.
Los espacios monocromáticos añaden profundidad a la decoración y están de moda
Finalmente, usar un único color en un espacio no es monótono, sino atemporal. Además, disfrutarás de un interior visualmente singular y muy impactante. Utilizar tonos de un único color al decorar un espacio añade profundidad y, además, acentúa las texturas o los estampados que se hayan elegido, detalles que se diluyen en interiores en los que se combinan dos o más colores.
Por otro lado, los espacios en los que se utiliza solo color provocan sensaciones más intensas. Por ejemplo, un dormitorio azul provoca una fuerte sensación de frescura y tranquilidad. Si es de un color más intenso, como un rojo o un amarillo, resultará más estimulante. Usando el moca, el tono de moda en decoración, la sensación será la de un espacio elegante y envolvente. En el dormitorio o el salón es una buena opción. En un baño, eligiendo un único color se consigue un ambiente tipo spa que está muy de moda. Verde oliva o un gris claro son aquí las mejores opciones y resultarán en un espacio moderno y atemporal.
FUENTE: idealista.com
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