FUENTE: idealista.com
La filosofía danesa del ‘Hygge’ es un estilo de vida que celebra la calma, el bienestar y el disfrute de las pequeñas cosas.
Un ambiente ‘hyggelig’ en una casa es aquel que transmite calma, bienestar y calidez a través de los pequeños placeres cotidianos.
Inspirado en la filosofía danesa del ‘Hygge’ (se pronuncia «hu-ga»), se trata de un concepto que va más allá de la decoración: es un estilo de vida que celebra la comodidad, la calma, el bienestar y el disfrute de las pequeñas cosas.
Este estilo celebra lo sencillo y lo acogedor: espacios iluminados con luz tenue y cálida, rincones con velas encendidas, mantas suaves, texturas naturales, y una decoración que invita a quedarse, a compartir, o simplemente a disfrutar de un momento tranquilo a solas.
La esencia de lo ‘hyggelig’ no está en los objetos, sino en la atmósfera emocional que generan: un refugio sereno donde sentirse a gusto, en paz y conectado con lo que realmente importa.
Una casa acogedora, cálida y llena de detalles que invitan a quedarse
Una casa ‘hyggelig’ no es solo bonita, es acogedora, cálida y llena de detalles que invitan a quedarse. Es el arte de crear momentos de paz, ya sea solo o con quienes quieres.
Te contamos 10 ‘tips’ decorativos indispensables para una casa ‘hyggelig’ y que la conviertas en tu refugio favorito:
1. Velas siempre encendidas
Ésta es una de las bases o el ingrediente básico por excelencia de una estancia u hogar que se precie de ser ‘hyggelig’. Los daneses tienen tan interiorizado este detalle, que incluso viajan con él para poner una vela en cualquier momento y lugar, o sea cual sea el lugar de su próximo destino. Eso sí, la mayoría de las que ellos usan, son eléctricas a pilas o ahora ya recargables por usb, con una llama que parpadea y parece de lo más real.
2. Luz cálida y tenue
Usa lámparas de mesa (con bombillas cálidas de luz amarilla, claro), guirnaldas de luz o bombillas con tono ámbar. Olvídate de la luz blanca fría: ‘hygge’ es sinónimo de calidez visual.
3. Textiles suaves y envolventes
Mantas de punto gordo, cojines mullidos, alfombras de lana o algodón. Todo lo que te invite a acurrucarte en el sofá y que te acaricia con solo mirarlo.
4. Colores neutros y tonos tierra
Blancos rotos, beige, grises suaves, verdes oliva, tonos arena… fundamental, colores que transmitan serenidad.
5. Muebles funcionales y cómodos
No se trata de tener mobiliario recargado ni ostentoso ni lujoso, aunque en la cultura danesa está muy interiorizado el diseño en los muebles y la decoración. Pero lo que sí es importante es que las líneas sean sencillas, con materiales, como la madera natural, agradables al tacto y que formen conjuntos cálidos y armónicos.
6. Rincones para desconectar
Un sillón con una lámpara de lectura y una manta y un cojín en tonos y texturas agradables; una ventana con un banco de madera, una mesa de desayuno frente al sol… crea tu espacio de serenidad y relax, que invite a desconectar y sentirte en paz y armonía.
7. Elementos naturales
Plantas, ramas secas, jarrones de barro, madera sin tratar. Todo lo que conecta con la naturaleza y aporta calidez y que reconforta porque te transporta “al origen”.
8. Objetos con historia o con algún valor emocional
Fotos, libros, recuerdos de viajes, objetos de herencias familiares… El ‘hygge’ valora todo lo que transmite alma.
9. Aromas sencillos, limpios y acogedores
Usa velas aromáticas, inciensos o difusores con olores como canela, vainilla, pino, lavanda… el olfato también decora e invita a la tranquilidad.
10. Desorden controlado e imperfecto
No se trata de crear una casa de revista y mucho menos con grandes lujos: se trata de crear y recrear una casa vivida. El hygge acepta el cojín torcido, el libro abierto y la taza a medio beber. Porque lo ‘hyggelig’ no se compra, se crea.
FUENTE: idealista.com
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